domingo, 2 de agosto de 2020

Libro: “La inteligencia emocional de los niños”


En el libro La inteligencia emocional de los niños. Una guía para padres y maestros, de Lawrence Shapiro, en el prefacio podemos leer varias razones por las cuales es importante enseñar inteligencia emocional desde la infancia.


Por qué deben enseñarse las capacidades emocionales

Los escépticos se preguntan por qué es necesario enseñar a los niños capacidades relacionadas con las emociones. Preguntan: “¿Acaso las emociones no surgen en ellos de una manera natural?” La respuesta es “no”, ya no.

Muchos científicos creen que nuestras emociones humanas han evolucionado fundamentalmente como un mecanismo de supervivencia. El miedo nos ayuda a protegernos del daño y nos indica que debemos evitar el peligro. La ira nos ayuda a superar barreras para obtener lo que necesitamos. Encontramos alegría y felicidad en la compañía de otros. Al buscar el contacto humano encontramos protección dentro de un grupo así como la oportunidad de encontrar una pareja y asegurar la supervivencia de la especie. La tristeza respecto de la pérdida de una persona importante envía señales para que dicha persona regrese, o una actitud de desamparo puede ayudar a atraer una nueva persona que puede actuar como sustituto de la persona que se ha ido.

Pero mientras que para nuestros ancestros primitivos las emociones se adaptaban a las circunstancias, la vida industrial moderna nos ha enfrentado a desafíos emocionales que la naturaleza no ha anticipado. Por ejemplo, aunque la ira sigue desempeñando una función importante en nuestra estructura emocional, la naturaleza no anticipó que podía ser tan fácilmente provocada en medio de un embotellamiento de tránsito, mirando televisión, o jugando con videojuegos. Sin duda nuestro desarrollo evolutivo no pudo tomar en cuenta la facilidad con la que un niño de diez años podría encontrar un arma y dispararle a un compañero de clase frente a un insulto.

El psiquiatra Michael Norden, residente en Seattle, presenta una argumentación vehemente para que reconozcamos de qué manera los tiempos modernos han perjudicado nuestras emociones y en cierta medida han bloqueado su intento evolutivo. Escribe lo siguiente:

La mayoría de nosotros ya no vive en aldeas de unos pocos cientos de habitantes o menos, tal como lo hacían los hombres de la Edad de Piedra, sino más bien en ciudades atestadas que forman una aldea global de casi seis mil millones de personas. Estas tensiones acumulativas de la vida moderna han desatado una avalancha de depresión, angustia e insomnio. Otros problemas resultan menos obvios, como por ejemplo el sobrepeso y el cáncer. La mayoría (de nosotros) se automedica (para controlar nuestras emociones) usando cualquier cosa entre la cafeína y la cocaína; prácticamente nadie permanece ajeno a esta situación.

Las capacidades emocionales y sociales presentadas en este libro fueron concebidas para ayudarlo a proseguir aquello que la naturaleza ha dejado de hacer con relación a la educación de los niños para que sean más capaces de manejar el estrés emocional de los tiempos modernos. Si una vida agitada y apresurada ha vuelto a sus niños propensos a la irritabilidad y la ira, usted puede enseñarles a reconocer y controlar estos sentimientos. Si el temor al delito o a las mudanzas frecuentes ha alejado a sus hijos de los beneficios de vivir en una comunidad abierta y cohesiva, puede enseñarles las capacidades sociales para hacer y conservar amistades íntimas. Si su hijo se siente perturbado por un divorcio o un nuevo matrimonio, angustiado cuando enfrenta nuevas situaciones, o displicente respecto de sus tareas escolares, puede enseñarle capacidades específicas del CE para ayudarlo a enfrentar y superar estos problemas normales del crecimiento.


 Fuente: Shapiro, L.E. (2016). La inteligencia emocional de los niños. Una guía para padres y maestros. 1a reimp. de 1a ed. Barcelona: Ediciones B. 


miércoles, 8 de julio de 2020

Reacciones emocionales ante el Covid-19


La siguiente entrada, retoma el contenido del artículo: “Estrés y reacciones emocionales en niñas, niños y adolescentes ante la contingencia por COVID-19”, escrito por la Dra. Gabriela María Cortés Meda, de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil, A.C.



"La situación actual cambia rápidamente, las conversaciones y los medios de comunicación están dominadas por el tema COVID-19. La incertidumbre sobre los efectos personales y globales está creando una gran preocupación. Además, el efecto psicológico específico de la cuarentena, una experiencia desagradable por diversas razones, como la separación de seres queridos, la percepción de pérdida de libertad, la incertidumbre sobre el estado de la enfermedad y el aburrimiento pueden, en ocasiones, generar efectos dramáticos.

La preocupación de los adultos podría comprometer su capacidad de reconocer y responder con sensibilidad a las señales de angustia de los niños. Los niños y adolescentes, en parte, asociado a lo que ven en los adultos que les rodean. Cuando los padres y cuidadores manejan el tema de COVID-19 con calma y confianza, pueden brindar el mejor apoyo para sus hijos.

Las niñas y niños están en sintonía con los estados emocionales de los adultos, por lo que la exposición a comportamientos inexplicables e impredecibles puede ser percibido como una amenaza, lo que resulta en un estado de ansiedad. Tome en cuenta que actualmente, están expuestos a grandes cantidades de información y altos niveles de estrés y ansiedad de los adultos de su entorno. Simultáneamente, están experimentando cambios sustanciales en su rutina diaria y su infraestructura social".







viernes, 17 de enero de 2020

Curso teórico-práctico: Estrategias de Aprendizaje y Estudio


ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE Y ESTUDIO
Curso teórico-práctico para madres/padres en el aprendizaje de sus hijos/as.

Para encontrar estrategias de estudio y aprendizaje, es bueno revisar cómo llevamos a cabo la crianza y disciplina en casa, pues con base en ello, podemos ir detectando y descartando factores que puedan estar dificultando su aprendizaje en general y no solamente en el área escolar.

Descripción:
El curso está diseñado para orientar a madres/padres sobre cómo apoyar en temas como la disciplina, estrategias de aprendizaje y técnicas de estudio en sus hijos/as, teniendo un acercamiento a las condiciones y destrezas existentes en cada niño/a en sus formas de realizar rutinas, implementar hábitos, aprender y estudiar.

A lo largo del curso, se les brinda información de utilidad, haciendo una metodología de trabajo dinámica que los conduzca a experimentar las diferentes técnicas y estrategias: revisión de textos, exposición y práctica de los temas relevantes en cada sesión. El curso está dividido en 5 módulos:
  1. Reconocimiento del mundo infantil
  2. Comprensión de las capacidades humanas
  3. Primeras herramientas
  4. Crianza, educación y disciplina formativas
  5. Estrategias de aprendizaje y estudio

Requisitos:
  • Dirigido a: mamás/papás de niños/as que cursen 3º a 6º de primaria (8 a 12 años).
  • Cupo: mínimo 4, máximo 10 participantes.
  • Duración: 12 sesiones, de 2 horas c/u. Del 6 de febrero al 30 de abril (febrero 6, 13, 20 y 27; marzo 5, 12, 19 y 26; abril 2, 16, 23 y 30).
  • Horario: Jueves, de 5 - 7 pm.
  • Inscripción: $100 |  Mensualidad: $800 (3 en total) | Último día de inscripción: jueves 30 de enero.
  • Consideraciones: comprometerse en tiempo y forma para lectura de textos y realización de ejercicios en casa. 

INFORMES:
psicoterapiaeducacional@gmail.com
Ubicación: Col. Lomas Estrella, Iztapalapa (al sur de la C. Mx.).





sábado, 2 de noviembre de 2019

Normalizando la violencia desde casa


NORMALIZANDO LA VIOLENCIA DESDE CASA


La fotografía que ha estado rondando por las redes, es reflejo de la realidad social y cultural en la que estamos viviendo. Dentro de la noticia podemos encontrar el descontento sobre el hecho y preguntarse en cómo los padres decidieron disfrazar a su hijo de esta manera. Es una realidad que vivimos indiscutiblemente, muy cruda y a un simple paso que la violencia ejercida en la narco-cultura esté a nada de ser normalizada.





Además que las noticias que presenciamos día a día, las imágenes cada vez son más explícitas, mostrando los cuerpos degollados, destazados y torturados, (agregando que también hay videos al respecto); ahora también son parte del repertorio del entretenimiento para adoctrinarnos sobre la violencia y se nos haga costumbre la muerte, pero no solo eso, sino que nos acostumbremos a muertes “de este tipo” donde sea normal saber que haya desaparecidos, muertes dolorosas, trata de personas, comercio sexual de mujeres y niños/as, etc. Es decir, privación de la libertad y violación a los derechos humanos. En el repertorio de Netflix, podemos encontrar series como “La reina del sur”, “Narcos” y “El Chapo”, y han ido en aumento las series dirigidas a esta temática. ¿Cuántas personas toman estas series como parte de su consumo de entretenimiento?

Por otra parte, existen sucesos mucho más sutiles que van siendo parte de lo que consumimos. Con el estreno de la película “Jóker”, hubo revuelo en expresar que no llevaran a los/as niños/as a verla por ser clasificación B-15, “que no salía Batman y que era muy violenta para su entendimiento”. ¿Con cuántas películas se debería hacer lo mismo, que los padres no lleven a sus hijos/as a ver películas con contenido fuera de su entendimiento? Esto mismo se relaciona con lo que acontece en estas fechas con el pretexto de Halloween y el Día de muertos, pues es indudable que los niños/as disfrutan disfrazarse, de salir, ver ofrendas y pedir dulces. ¿Cuántos papás/mamás permiten a sus hijos/as menores de 12 años ver películas con clasificación B y que se disfracen de personajes de esas películas?

Según la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), la clasificación para las producciones en los medios de comunicación en cine, televisión y radio:





Los padres y madres deben revisar con detenimiento el contenido de los productos que están a disposición de sus hijos/as, desde películas, libros y juguetes, hasta el uso de las redes sociales y el acceso a internet, sean desde fines educativos hasta de entretenimiento. ¿Cómo protegen a sus hijos/as de la violencia, les explican en qué consisten los riesgos actuales? ¿Consideran que es una exageración recomendar que sus hijos/as no vean contenidos no aptos para su edad?

Permitir que se disfracen de personajes como Chucky o Pennywise, puede implicar varias cosas en los/as niños/as. A pesar que en ocasiones haya adultos que acompañen al infante a verlas, no pueden evitar en algunos de ellos/as puedan provocan efectos negativos (como pesadillas o miedo a la oscuridad). Por ejemplo, no es válido que un niño más grande, un adolescente o un adulto se burle del infante si le causa miedo ver una película que no es apta para su edad.
  



  
Además, el adulto está normalizando que el infante vea películas que contengan violencia, escenas sexuales, expresiones inadecuadas, o personas que padecen de trastornos mentales y se convierten en asesinos. El infante se le hará “normal”, pero el adulto no se da el tiempo para explicarle los contenidos; por ejemplo, explicarles que no todas las personas que sufren de un trastorno mental significa que son asesinos. Pero también se les está enseñando a no tomar en cuenta aquellas reglas que están hechas para ellos y acorde a sus niveles de desarrollo, pensarán que cualquier contenido a su mano no tiene restricciones lo entiendan o no (como tener una cuenta de facebook antes de los 12 años y sin supervisión), así como ver escenas violentas o sexuales que se pueden prestar a confundirlos pues como están en las películas, entonces es normal en la vida real.

No se trata de restringirles el gusto por los disfraces, que jueguen o diviertan con distintos medios de entretenimiento, sino que se trata de acompañarlos a lo largo de su desarrollo, crecimiento y educación, tomarse el tiempo de explicarles que existen riesgos y certezas en la vida, que hay cosas a las que todavía no pueden acceder porque son pequeños, que lleva tiempo comprender y reflexionar.

Existen “películas de miedo” adecuadas al público infantil (así como libros, actividades de cuentacuentos, caricaturas, etc.), existen personajes adecuados para que ellos les agraden que transmitan valores y mensajes positivos. No traten de “adelantar su niñez” teniendo que participar en contenidos que aún no son adecuados para ellos/as, acompáñenlos a que sean niños/as felices, reflexivos, empáticos, fomentándoles lo que necesitarán para ser adultos responsables y autónomos.





martes, 17 de mayo de 2016

Habilidades para la Vida, Educar en Valores


Los valores se aprenden estimándolos, interiorizándolos y dándoles la importancia que en realidad tienen en la vida personal de cada hombre o mujer; esto se consigue una vez que llegamos a conocernos, conforme identificamos y regulamos las propias emociones, y se van formando habilidades empáticas, es decir, aquellas que reconocen y entienden las particularidades del otro.

El desarrollo de habilidades sociales, a partir de valores, es esencial sobre todo en la infancia y la etapa adolescente, porque en esta última, se deben tomar decisiones, de establecen relaciones de amistad y de noviazgo, se elige el oficio o la carrera profesional, se trata pues, de la época en que los jóvenes se preparan para establecer su proyecto de vida.

Educar en valores significa encontrar espacios de reflexión tanto individual como colectiva para que desde temprana edad, los hombres y mujeres sean capaces de elaborar de forma racional y autónoma, principios que le van a permitir enfrentarse críticamente a la realidad y desarrollar todas las potencialidades humanas; es decir, no sólo conocimientos lógico-matemáticos, sino también habilidades, capacidades, sentimientos y valores.

El significado social que se atribuye a los valores es precisamente uno de los factores que influyen para diferenciar los tradicionales –aquellos que guiaron a la sociedad en el pasado, generalmente referidos a costumbres culturales o principios religiosos-, de los valores actuales compartidos por hombres y mujeres de los diferentes grupos que conforman una sociedad.

Para hablar acerca de valores es conveniente saber que valor se refiere a una excelencia o a una perfección. La práctica de valores desarrolla lo mejor de la esencia humana de la persona, mientras que el contravalor la despoja de esas cualidades. Desde el punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona.

El proceso de valorización del ser humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y afectivas que suponen: la toma de decisiones, la estimación y la actuación. Las personas valoran al preferir, al estimar, al elegir una cosa en lugar de otras, al formular metas y propósitos personales. Las valoraciones se expresan mediante creencias, intereses, sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y acciones. Desde el punto de vista ético, la importancia del proceso de valoración deriva de su fuerza orientadora.

No existe ordenación deseable o clasificación única de los valores; las jerarquías son cambiantes, fluctúan de acuerdo con las valoraciones del contexto y de cada grupo social, por ejemplo, existen: a) valores de lo agradable y desagradable, b) valores vitales, c) valores espirituales, d) valores de conocimiento puro de la verdad, e) valores religiosos;  f) valores instrumentales o relacionados con modos de conducta (valores morales); y g) valores terminales o referidos a estados deseables de existencia (paz, libertad, felicidad, bien común), entre otras clasificaciones.

Favorecer la educación en habilidades y valores es formar desde las primeras etapas de la vida, mujeres y hombres que sepan tomar decisiones y asumir responsabilidades que favorezcan su desarrollo integral y que, a su vez, se inserten en el proceso de construcción de una sociedad en la que el respeto y la solidaridad guíen las relaciones humanas.

El fomento de valores ofrece las posibilidades de construir sujetos con una mayor conciencia social, lo que los dotará con habilidades para enfrentar problemas tanto individuales como sociales. Los valores facilitan que los aprendizajes resulten útiles para participar en la sociedad y desarrollar la autonomía personal.

La educación en valores tiene que ver con el aprender a ser y el aprender a convivir, no como una disciplina independiente de los contenidos o habilidades, sino como parte integral de cada persona.

Los objetivos fundamentales de la promoción de valores y habilidades, son que los adolescentes:
  • Desarrollen las estructuras universales del juicio y guíen su razonamiento por las ideas de justicia y responsabilidad.
  • Aprendan a comunicarse adecuadamente, propiciando que participen en el ámbito escolar, familiar y social, con la finalidad de que sean capaces de respetar la opinión y punto de vista de los otros y logren alcanzar acuerdos justos ante las diferentes situaciones o problemas que se presentan en la adolescencia y a lo largo de la vida.
  • Cuenten con elementos para la construcción de una imagen de sí mismos y del tipo de vida que quieren llevar de acuerdo con sus valores personales.
  • Fomenten las capacidades y adquieran los conocimientos necesarios para el diálogo crítico y creativo apegado a la realidad.
  • Adquieran las habilidades necesarias para que juicio y acción sean coherentes.
  • Reconozcan y asimilen las diferentes posturas y respeten los derechos de los demás.
  • Comprendan, respeten y construyan normas de convivencia colectiva.

Los valores se consideran también normas de conducta y actitudes según las cuales se comportan los miembros de una sociedad y son coherentes con aquello que se contempla como correcto y que guía la forma de ser y de sentir.



Fuente: Guía práctica para educar en valores. Centro de Integración Juvenil, A. C

domingo, 15 de mayo de 2016

El fortalecimiento de la resiliencia (HpV)


Desde el decenio de los años ochenta ha existido un interés creciente por saber más sobre las personas que desarrollan competencias a pesar de haber sido criados en condiciones adversas, o en circunstancias que aumentan las posibilidades de presentar patologías mentales o sociales. Se concluyó que el adjetivo resiliente, tomado del inglés “resilient”, expresaba las características mencionadas con anterioridad y que el sustantivo resiliencia expresaba esa condición. En español y en francés (“résilience”) se emplea en metalurgia e ingeniería civil para describir la capacidad de algunos metales de recobrar su forma original después de ser sometidos a una presión deformadora.

Así, el término se adoptó por las ciencias sociales para caracterizar a aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y son socialmente exitosos.

Existen varias definiciones y distintos planteamientos teóricos y conceptuales sobre la resiliencia. El de Rutter es quizá uno de los más sólidos e integradores, según el cual “la resiliencia se caracteriza como un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida sana en un medio insano. Estos procesos se realizan a través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre los atributos del niño y su ambiente familiar, social y cultural. Así, la resiliencia no puede ser concebida como un atributo con el que los niños nacen o que éstos adquieren durante su desarrollo, sino que se trata de un proceso que caracteriza un complejo sistema social, en un momento determinado del  tiempo”.

De importancia práctica, diversos estudios han demostrado que ciertos atributos de la persona tienen una asociación positiva con la posibilidad de ser resiliente, y se ha hecho el esfuerzo de sintetizarlos y expresarlos a través de un perfil del niño o adolescente resiliente. El cuadro a continuación presenta dicho perfil e ilustra cómo la enseñanza de Habilidades para la Vida puede contribuir a la promoción de dichos atributos en niños, niñas y adolescentes.

La prevención de problemas psicosociales y de salud

Los siguientes son algunos ejemplos de cómo las destrezas psicosociales contribuyen a la prevención primaria de múltiples problemas psicosociales y de salud en niños, niñas y adolescentes.
  •  El reconocer las propias emociones y sentimientos y los de los demás; la tolerancia; la expresión positiva de uno mismo; la empatía; la comprensión de cómo las emociones y sentimientos influyen en el pensamiento y comportamiento; el saber manejar la ira, las frustraciones y la crítica; la conciencia crítica sobre las distintas formas de violencia, sus causas y consecuencias  individuales y sociales; y la percepción crítica sobre los efectos de la violencia en los medios, entre otros, contribuyen a la promoción de la convivencia pacífica y la prevención de la violencia.
  • La autoestima; la percepción de cómo las personas demuestran su afecto e interés; el saber que el cuerpo le pertenece a uno mismo; la capacidad de decir no; el poder reconocer emociones y sentimientos como el miedo y la tristeza; el saber cómo solicitar ayuda en caso de necesidad; y el saber que los adultos no siempre tienen la razón, ayudan a los niños a reconocer el maltrato infantil (incluido el abuso sexual) y a protegerse.
  • La clarificación de valores; el respeto de los derechos de los demás; la capacidad para resistir  la presión del grupo de pares; la participación activa en la solución de problemas en el colegio y la comunidad; la percepción crítica de la injusticia; y el manejo creativo del tiempo libre, contribuyen a  la prevención de la delincuencia.




Prevención  de  problemas  psicosociales específicos

Ésta ha sido quizá el área de mayor aplicación del enfoque de HpV y en la que se cuenta con más información disponible, proveniente de estudios y proyectos en diversos países alrededor del mundo. AlgunosdelosprincipalesproblemaspsicosocialesenlosqueHpVhademostrado resultados bastante  exitosos son los siguientes:

Prevención del consumo y abuso de sustancias psicoactivas como alcohol, tabaco y marihuana

La investigación realizada por Botvin y sus colegas en los Estados Unidos de Norteamérica (fundamentalmente en colegios de la ciudad de Nueva York) desde la década de los 80, demostró de manera convincente que la educación en HpV puede disminuir la iniciación del hábito del tabaquismo entre 25y 87%, de acuerdo con estudios de seguimiento de1 a 6 años de duración. El estudio de seguimiento más amplio, realizadoen56colegios públicos de Nueva York durante seis años, mostró también que este enfoquedisminuyóen66%el consumo de múltiples sustancias como tabaco, alcohol y marihuana.

El trabajo de Botvin y sus colegas ha inspirado y fundamentado científicamente el desarrollo de programas en contextos socioculturales diferentes al de los Estados Unidos de Norteamérica, como el Proyecto «Trazandoel Camino» puesto en marcha en Costa Rica. La reseña de esta iniciativa, publicada en inglés por la Organización Panamericana de la Salud, contiene además un excelente resumen de los principales proyectos de investigación realizados y publicados por el doctor Botvin y suscolegasdesde1980hasta 1995. 

Otros investigadores como Hansen y sus colegas, también han demostrado la efectividad de las intervenciones que usan el enfoque de HpV en la reducción de la iniciación del tabaquismo en la población escolarizada..


Prevención de los comportamientos sexuales de alto riesgo

El fortalecimiento de la capacidad de pensar críticamente, de tomar decisiones en forma más responsable y saludable, de comportarse asertivamente (incluida la habilidad de «decir no» o de negociar condiciones), o de manejar emociones y sentimientos, son todas HpV que ayudan a nos, niñas y jóvenes manejar en forma más responsable, a la vez que placentera, su vida sexual y reproductiva y a sortear con éxito las situaciones de riesgo asociadas con esta dimensión de la vida humana.

Una revisión científica sobre la efectividad de los programas para disminuir los comportamientos sexuales de riesgo, identificó los métodos vivenciales para el desarrollo de habilidades como una de las nueve características de los programas exitosos. Las características descritas son similares a las que se han identificado como efectivas en el caso de la disminución del abuso de sustancias.

Otros autores como Schinke y sus colegas han informado resultados similares en la prevención de los embarazos no deseados en adolescentes.



Fuente: Leonardo Mantilla Castellanos.  “Habilidades para la vida. Una propuesta educativa para convivir mejor”.