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martes, 31 de marzo de 2015

¿De qué depende la dependencia? Por E. Lukas.



Todo ser humano que tiene la oportunidad de hacerse adulto está obligado a superarlos paulatinamente a medida que va creciendo.

1.- La dependencia de efectos externos (o de la aprobación de los demás).
  • Consiste en: la recompensa de la recompensa o e, castigo que esperamos cosechar en el prójimo.
  • En este caso: lo que "está bien" es lo que despierta el cariño de los demás e impide el rechazo (se orientan hacia el éxito).
  • Existe el peligro de ser manipulado: no se actúa en libertad, sino siempre guiado por la probabilidad de ser recompensado o castigado.

2.- La dependencia de efectos externos especiales (o de la aprobación de personas determinadas).
  • Consiste en: la dependencia de las opiniones y actos de unas cuantas personas con las que existe una relación particularmente estrecha.
  • En este caso: lo que estará "bien" es lo que guste y valoren positivamente estas pocas personas.
  • Existe el peligro de estar sometido: no se actúa con libertad, sino bajo el dictado de las ilusiones de otra u otras personas.

3.- La dependencia de efectos externos interiorizados (o de la aprobación de una sociedad basada en valores transmitidos).
  • Consiste en: que los efectos externos se han interiorizado.
  • En este caso: lo que estará "bien"será todo lo que coincida con la moral social (cuando una persona abandona la voz de su propia conciencia y el camino que le conviene).
  • Existe el peligro de estar determinado por fuerzas ajenas: se actúa con aparente libertad, pero en realidad se sigue la experiencia y voluntad de un colectivo.

4.- La dependencia de efectos internos (o de la aprobación del estado anímico propio).
  • Consiste en: cuando nos sentimos, recibimos atención y recompensa, cuando las personas cercanas son un modelo a seguir y cuando sabemos que estamos en armonía con el entorno social.
  • En este caso: la dependencia de los efectos internos, es decir, de cómo nos sentimos después de un acto determinado. No hemos dicho que estar "bien", significa sentirse bien.
  • Existe el peligro de volverse adicto; no se actúa voluntariamente, sino bajo el yugo del propio estado anímico.

5.- La independencia de efectos de cualquier tipo y la dependencia de requisitos de tipo especial (aprobarse uno mismo).
  • Consiste en: solo la persona totalmente independiente de efectos externos e internos está capacitada para elegir libremente sus actos, incluso cuando al elegir recibe a cambio castigo, rechazo y condena de los demás o pena y dolor en su alma. Solo este ser humano libre estará en situación de cuestionarse el "bien en sí mismo" y buscar las cosas buenas.
  • En este caso: se actúa con libertad pero siguiendo un lema "si el otro no, yo tampoco". 
  • Existe un último peligro de que el "bien en sí mismo" sólo se haga si se cumple un requisito determinado, a saber, que otras personas también estén dispuestas a hacer el "bien en sí mismo": el peligro de la vanidad.


Fuente: Elisabeth Lukas, (2005).  "Libertad e identidad. Logoterapia y problemas de adicciones". Barcelona: Paidós. Pp. 27-32.

Hábitos para desconectarse de la tecnología en el trabajo





a) Crea rituales/hábitos
1-Por la mañana.
1.1-Mañana tranquila. Medita. Lee. Escribe páginas matutinas.
1.2-Ducha
1.3-Toma un desayuno saludable
1.4-Pasea
2-Antes de dormir.
2.1-Lava los platos y vaciá el fregadero
2.2-Limpia tu cara
2.3-Lee un libro
3-Reenfoca
3.1-Estiramientos
3.2-Pasea
3.3-Revisa tu lista de tareas

b) Tómate un tiempo para reflexionar y revisar
1-Lo primero en la mañana.
1.1-¿Qué tres cosas son las más importantes para hacer hoy?
1.2-No revises tu email hasta que no hayas completado tus tareas.
2-Al final del día.
2.1-¿Qué hice hoy?
2.2-¿En qué me voy a concentrar mañana?
2.3-¿Qué puede mejorarse?

c) ¿Cómo trabajar?
1-Concéntrate en pequeños períodos. Usa un temporizador. 50 minutos de trabajo y 20 mintuos de descanso.
2-Aléjate del ordenador. Área sin internet. Usa sólo lápiz y papel

d) Gestiona tu espacio
1-Haz 1 cosa. Si lees, sólo ten un libro frente a tí.
2-Pasa 10 minutos cada día haciendo decluttering, deshaciéndote de lo innecesario.
3-Quita todas las distracciones. Usa una bandeja para los papeles que llegan

e) Gestiona tu email
1-Tiempo de desconexión (de 8 a 10 de la mañana por ejemplo
2-Revisa tu email en puntos determinados del día (2-3 veces al día)
3-Desactiva las alarmas del email.

f) Haz una desintoxicación tecnológica digital
1-Dí No a.. Tele, Facebook, Mobil, Email.
2-Dí Sí a … Crear, Pasar tiempo con familia y amigos, leer un libro.

g )Ayuda para adictos a Facebook, Twitter, Email…
1-Programas bloqueadores. Bloquean internet o páginas específicas
2-Programas de escritura. Simples que sólo permiten escribir sin más. WriteRoom, Ommwirter, Typewriter (o la vieja máquina de escribir).

Fuente: https://sonopuntura.wordpress.com/2012/04/06/concentrarse-en-la-era-de-la-distraccion-9-2/

viernes, 27 de marzo de 2015

Tipos de estructuras familiares



Tipos de estructuras familiares

Tras analizar los cambios sociológicos y conceptuales en torno a la familia actual procederemos a dar nombre y entidad a estos diversos tipos de familia, acercándonos para ello a sus características básicas.

¿Con qué objetivo? Permitir a madres, padres y educadores comprender mejor la realidad de sus hijos y alumnos y establecer con medidas sencillas, modos de actuación o tratamientos más acordes con sus necesidades.

Varios aspectos claves son necesarios para comprender la riqueza y complejidad de esta diversidad familiar: a) Toda esta diversidad de familias tiene poco que ver con las características que durante mucho tiempo han definido a la familia tradicional, b) Una misma familia puede presentar características de más de un tipo, pues no son estructuras cerradas, ni excluyentes (por ejemplo una familia monoparental puede serlo por adopción, por inseminación, por divorcio, etc.), c) A lo largo del ciclo vital las personas atravesamos por distintos tipos de familia, d) La diversidad familiar ha existido siempre, siendo más notoria en ciertos periodos como en los de guerra o en torno a profesiones como marinero, pastor, etc. Que pasaban grandes periodos fuera del hogar, sin contacto alguno con su familia. Dada la ausencia del padre en estos periodos y en estas profesiones, han sido más habituales las familias monoparentales, habitualmente bajo la responsabilidad de la madre. Los hombres que luchaban en la guerra dejaban tras de sí una familia con esposa e hijos, que la mujer debía mantener y educar durante largos periodos de tiempo, muchas veces en solitario. Además la alta mortalidad de la población en general y la de los combatientes en particular, hacía que aumentaran las personas viudas, las segundas nupcias y con ellas las familias reconstituidas, e) Las familias de inmigrantes constituyen una significativa fuente de diversidad de configuraciones familiares, dados sus rasgos culturales y sociales diferenciales y el choque que muchas veces suponen en la cultura de acogida.

Atendiendo a estas premisas, presentamos una posible clasificación de los principales tipos de familia, que reflejamos en el trabajo de investigación titulado Modelos de familia y educación (2008) y en el que se describe con más detalle sus rasgos básicos. La clasificación por la que hemos optado está abierta, pues la realidad familiar es diversa y dinámica: 

1) Familias extensas o complejas
2) Familia conyugal o nuclear funcional
3) Familias monoparentales
4) Parejas cohabitantes o uniones de hecho
5) Parejas sin hijos
6) Hogares unipersonales o singles
7) Familias reconstituidas o mixtas
8) Familias adoptivas
9) Familias de acogida o familias “canguro”
10) Familias homoparentales, constituidas por personas del mismo sexo
11) Familias cuyos hijos nacen por técnicas de reproducción asistida
12) Familias por subrogación
13) Diversidad familiar que caracteriza a la población inmigrante. 

Esta diversidad nos lleva a afirmar que existen tantos tipos de familia como identidades culturales, tal y como queda patente en la obra de Rodríguez (2008).




Fuente: “Escuela inclusiva y diversidad de modelos familiares”. Lucía Aguado Iribarren. Revista Iberoamericana de Educación.