Dwaina Brooks estaba
estudiando en su clase de cuarto grado el fenómeno de las personas sin hogar.
Como para la mayoría de los niños de su edad, se trataba de un tema que
revestía más interés que otro que afectara su vida.
Un día, mientras
volvía de la escuela a su casa, se detuvo para hablarle a una de estas personas
y le hizo la simple pregunta siguiente:
— ¿Qué necesita?
—Necesito un trabajo
y una casa —respondió concretamente. Dwaina sabía que no podía darle esas cosas
de modo que le preguntó:
— ¿Hay alguna otra
cosa que necesite?
—Me encantaría una
comida realmente buena —respondió, y Dwaina pensó que eso era algo en lo que
podría contribuir. Después de tres días de hacer compras y planes, Dwaina, su
madre y sus dos hermanas, prepararon más de cien comidas que llevaron a un
refugio cercano para desamparados. Casi todos los viernes por la noche, durante
un año, Dwaina y su familia hicieron lo mismo. Solicitando donaciones de la
comunidad y la ayuda de sus compañeros de clase, Dwaina preparó miles de
comidas para los desamparados de Dallas.
Explicó su filosofía
a un periodista de USA Today: "Cada uno de nosotros debería tener algún
tipo de preocupación por los demás. (...) Y se los debemos. No hay nadie que no
haya sido ayudado alguna vez por otro. Deberíamos estar siempre preparados para
devolver lo que la gente nos ha dado”.
Dwaina
ejemplifica lo que significa mostrar empatía: fue capaz de colocarse en los zapatos
de otro. En realidad, mostró algo más que empatía, porque una vez que reconoció
lo que su vecino desamparado sentía, se mostró dispuesta a actuar en su nombre.
Como resultado de ello, ayudó a cientos de personas.
La
recompensa de enseñarles a los niños a mostrar más empatía es enorme. Aquellos
que tienen fuertes capacidades empáticas tienden a ser menos agresivos y participan
en una mayor cantidad de acciones pro sociales, tales como ayudar y compartir.
Como resultado de ello, los niños empáticos son más apreciados por pares y
adultos y tienen más éxito en la escuela y en el trabajo. No resulta sorprendente
que los niños empáticos crezcan con una mayor capacidad de lograr un contacto
íntimo en sus relaciones con sus cónyuges, amigos e hijos.
Fuente: Lawrence Shapiro. Inteligencia Emocional de los niños. Guía para padres sobre Inteligencia
Emocional.
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