El código personal de
valores
Todos
desarrollamos un código o sistema ético
personal, el cual rige en gran medida nuestras creencias, actitudes,
expectativas, formas de reaccionar ante los problemas, etc. Mientras más
congruentes sean nuestros valores con nuestros actos, dicho código personal es
más coherente y consistente.
¿Cómo clarificar mis
valores?
Se
puede realizar una clarificación de nuestros valores, si realizamos un proceso
de reflexión sobre ellos, a fin de
tomar conciencia y ser responsables de aquello que pensamos, juzgamos,
aceptamos o rechazamos.
La
clarificación puede darse por fases:
Selección. Primero identifica qué
valor está en juego, elegirlo libremente observando las alternativas existentes
y considerando las consecuencias que puede traernos a nosotros y a los demás
optar por una u otra de las alternativas posibles. a) Hay
que pensar no sólo en consecuencias utilitarias, sino también en aspectos de
carácter más espiritual o de conciencia, que nos hacen “sentir bien” porque
actuamos congruentemente, incluso en perjuicio de algunos intereses, deseos o
afectos personales. b) El
“sentirse mal” después de una acción refleja alguna inconsistencia en el juicio
previo, o revela conflictos de valores no superados.
Estimación. Considera si en
realidad apreciamos la selección que hemos hecho, si nos sentimos cómodos con
ella y si estamos dispuestos a afirmarla en público.
Actuación. Comportarse en forma
congruente con la selección que se ha hecho y aplicarla habitualmente. a) Nuestro
comportamiento da evidencia del valor que seleccionamos y estimamos en nosotros
mismos. Nuestros actos son la congruencia de lo que pensamos y sentimos.
¿Cómo puedo cambiar mis
valores y actitudes personales?
Se
ha mencionado que los valores suelen ser muy estables y que las actitudes son
inclinaciones permanentes que llevan a reaccionar de determinada manera frente
a ciertas situaciones. Por lo tanto, su modificación no es fácil, ya que están
muy arraigadas en las personas. No obstante, existe el cambio de actitud y
promover valores más positivos, a partir de la reflexión, la emoción y
la acción.
Un
proceso de cambio puede ser promovido conscientemente en el seno de la familia,
en la escuela, a través de campañas publicitarias, etc., pero también puede (y
debería idealmente) ser promovido por la propia persona, conociéndose a sí
misma y cuestionando sus propios valores.
Aproximaciones
para un cambio de actitud y valores, sería lo siguiente:
- Aprender a clarificar los propios valores.
- Participar en forma activa y sentirnos realmente comprometidos.
- Comprender a los demás, ser empáticos.
- Realizar algo por gusto, no “a la fuerza”.
- Experimentar la libertad con obligación, sentirnos autónomos.
- Estar bien informados.
- Analizar y resolver dilemas y conflictos de valores.
- Involucrarse en tomar decisiones, experimentando vivencias.
- Trabajar en colaboración y aprender de los demás.
- Aprender de los errores y estar dispuestos al cambio.
- Tener influencia de modelos positivos y congruentes.
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