La
Teoría de las Inteligencias Múltiples fue desarrollada por el psicólogo
estadounidense de Howard Gardner, quien al estar consciente del limitado
concepto de “inteligencia”, y propuso la existencia de ocho inteligencias para ampliar el alcance del potencial humano,
sugiriendo que la inteligencia más bien trata de la capacidad (habilidad) que
poseemos para resolver problemas y crear productos.
H.
Gardner, menciona que:
- Todos poseemos las ocho inteligencias; y funcionan juntas de un modo único para cada persona.
- La mayoría de las personas pueden desarrollar cada inteligencia hasta alcanzar un nivel adecuado de competencia; y que lo alcanzamos se recibimos apoyo, enriquecimiento y formación adecuadas.
- En general, las inteligencias funcionan juntas de modo complejo; las inteligencias interactúan entre sí.
- Existen muchas maneras de ser inteligente en cada categoría; existe una rica diversidad de atributos que la persona manifiesta.
Cada
persona es única, tendrá una visión particular y poseerá diferentes capacidades
para el aprendizaje. Cuando la persona (en este caso, el niño o la niña) se
implica en reflexionar sobre sus propios procesos de aprendizaje, pueden
seleccionar estrategias adecuadas para resolver problemas y serán capaces de
defenderse solos cuando se enfrenten a nuevos retos para aprender.
Cuanta posibilidad intelectual, y cuanta
capacidad de desarrollo poseemos, sin embargo, cuando analizamos los programas
de enseñanza que se imparten en muchas instituciones y que obligan a los
alumnos, a los niños a seguir, observamos que se limitan a concentrarse en el
predominio de las inteligencias lingüística y matemática dando mínima
importancia a las otras posibilidades del conocimiento. Razón por la cual
muchos alumnos que no se destacan en el dominio de las inteligencias académicas
tradicionales, no tienen reconocimiento y se diluye así su aporte al ámbito
cultural y social, y algunos llegan a pensar que son unos fracasados, cuando en
realidad se están suprimiendo sus talentos.
Por lo anterior descrito, sabemos
entonces que no existe una inteligencia general que crezca o se estanque, sino
un elenco múltiple de aspectos de la inteligencia, algunos mucho más sensibles
que otros a la modificación de estímulos adecuados.
En la actualidad se habla del desarrollo
integral del niño, es decir que incluya todos los aspectos del desarrollo
(físico, sexual, cognitivo, social, moral, lenguaje, emocional, etc.), en esto
se basa la teoría del Desarrollo de las Inteligencias Múltiples.
Existen dos tipos de experiencias
extremas claves en el desarrollo de las inteligencias que es importante tomar
en cuenta, las experiencias cristalizantes y las experiencias paralizantes. Las
primeras, las experiencias cristalizantes, son hitos en la historia personal,
claves para el desarrollo del talento y de las habilidades en las personas. A
menudo estos hechos se producen en la temprana infancia. Estas experiencias son
las que encienden la chispa de una inteligencia e inician su desarrollo hacia
la madurez.
Por otro lado las experiencias
paralizantes existen como contrapartida de las anteriores, se refieren a
aquellas experiencias que bloquean el desarrollo de una inteligencia, están
llenas de emociones negativas, capaces de frenar el normal desarrollo de las
inteligencias. Sensaciones de miedo, vergüenza, culpa, odio, impiden crecer
intelectualmente. Es probable así, que luego de esta experiencia un niño decida
no acercarse más a un instrumento musical o no dibujar más porque ya decidió
que “no sabe hacerlo”.
La Teoría de las Inteligencias Múltiples
ha impactado a aquellos que están envueltos de una forma u otra en el proceso
enseñanza-aprendizaje. En muchas ciudades de los Estados Unidos, en Puerto
Rico, Filipinas, Singapur, así como en Europa, han surgido escuelas en donde se
llevan a cabo actividades encaminadas a desarrollar las distintas inteligencias
que el individuo posee.
Ya se habla de “Escuelas de
Inteligencias Múltiples”, donde los estudiantes aprenden y se fortalecen
intelectualmente a través de un currículo que en vez de enfatizar la enseñanza
a través de las inteligencias, las escuelas enfatizan la enseñanza “para” la
inteligencia. Los alumnos son motivados para que puedan lograr las metas que se
han propuesto alcanzar.
Los docentes desarrollan estrategias
didácticas que toman en cuenta las diferentes posibilidades de adquisición del
conocimiento que tiene el niño. Si éste no comprende a través de la
inteligencia que se elige para informarle, consideran que existen por lo menos
siete diferentes caminos más para intentarlo.
Los padres tienen participación activa
en la planificación de actividades que ayudan a enriquecer el currículo y
asisten a reuniones donde se discute el progreso de sus hijos, además en casa
estimulan, comprenden y alientan a sus hijos en el desarrollo de sus
capacidades.
Se abre así a partir de esta Teoría de
las Inteligencias Múltiples una ruptura con viejos paradigmas de la enseñanza.
A continuación, se describe cada inteligencia.
Inteligencia Lingüística:
Capacidad
de utilizar las palabras de manera eficaz, ya sea oralmente (por ejemplo, como
narrador, orador o político) o por escrito (poetas, dramaturgos, editores,
periodistas). Esta inteligencia incluye la capacidad de manera la sintaxis o la
estructura del lenguaje, la fonología o los sonidos del lenguaje, la semántica
o los significados de las palabras, y las dimensiones pragmáticas o usos
prácticos del lenguaje. Algunos de estos usos son la retórica (uso del lenguaje
para convencer a otros de que realicen una acción determinada), la mnemotecnia
(uso del lenguaje para recordar información), la explicación (uso del lenguaje
para informar) y el metalenguaje (uso del lenguaje para hablar del propio
lenguaje).
Inteligencia
lógico-matemática: Capacidad
de utilizar los números con eficacia (matemáticos, contables, estadísticos) y
de razonar bien (científicos, programadores, informáticos, especialistas en
lógica). Esta inteligencia incluye la sensibilidad a patrones y relaciones
lógicas, afirmaciones y proposiciones (si…entonces, causa-efecto), funciones y
otras abstracciones relacionadas. Los procesos empleados en la inteligencia
lógico-matemática incluyen: categorización, clasificación, deducción,
generalización, cálculo y prueba de hipótesis.
Inteligencia espacial: Capacidad de percibir
el mundo visuo-espacial de manera precisa (por ejemplo, como un cazador, un
escolta o un guía) y de llevar a cabo transformaciones basadas en esas
percepciones (interioristas, arquitectos, artistas, inventores). Esta
inteligencia implica sensibilidad al color, las líneas, la forma, el espacio y
las relaciones entre estos elementos. Incluye la capacidad de visualizar, de
representar gráficamente ideas visuales o espaciales, y de orientarse
correctamente en una matriz espacial.
Inteligencia cinético-corporal:
Dominio
del propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos (actores, mimos, atletas o
bailarines), y facilidad para utilizar las manos en la creación o
transformación de objetos (artesanos, escultores, mecánicos, cirujanos). Esta
inteligencia incluye habilidades físicas específicas, como la coordinación, el
equilibrio, la destreza, la fuerza, la flexibilidad y la velocidad, además de
capacidades propioceptivas, táctiles y hápticas.
Inteligencia musical: Capacidad de percibir
(como un aficionado a la música), discriminar (críticos musicales), transformar
(compositores) y expresar (intérpretes) las formas musicales. Esta inteligencia
incluye la sensibilidad al ritmo, el tono o la melodía, y al timbre o color de
una pieza musical. Se puede entender la música desde una perspectiva figural o
“de arriba hacia abajo” (global, intuitiva), formal o “de abajo hacia arriba”
(analítica, técnica), o ambas.
Inteligencia interpersonal:
Capacidad
de percibir y distinguir los estados anímicos, las intenciones, las
motivaciones y los sentimientos de otras personas. Puede incluir la sensibilidad
hacia las expresiones faciales, voces y gestos; la capacidad de distinguir
entre numerosos tipos de señales interpersonales, y la de responder con
eficacia y de modo pragmático a esas señales (por ejemplo, influyendo en un
grupo de personas para que realicen una determinada acción).
Inteligencia intrapersonal:
Autoconocimiento
y capacidad para actuar según ese conocimiento. Esta inteligencia incluye una
imagen precisa de uno mismo (los puntos fuertes y las limitaciones), la
conciencia de los estados de ánimo, intenciones, motivaciones, temperamentos y
deseos interiores, y la capacidad de autodisciplina, autocomprensión y
autoestima.
Inteligencia naturalista:
Facultad
de reconocer y clasificar las numerosas especies de flora y fauna del entorno.
También incluye la sensibilidad hacia otros fenómenos naturales (formaciones de
nubes y montañas) y, en el caso de los individuos criados en un entorno urbano,
la capacidad de distinguir formas inanimadas como coches, zapatillas deportivas
o cubiertas de discos compactos.
Fuente: Armstrong, Thomas. (2006). Inteligencias Múltiples en el aula. Guía práctica para educadores.
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